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domingo, 15 de julio de 2018

ORACIÓN: Quiero ser como un fuerte drago

 
 
QUIERO SER
COMO UN FUERTE DRAGO

Es admirable y sorprendente la fuerza de un drago milenario,
que pueden alcanzar desde los cien a seiscientos metros de altura, imponente, sin palabras ante la fuerza de la creación....

¿De dónde le viene esa grandeza y fortaleza?
De sus profundas y grandes raíces, y de su savia,
¿y de dónde viene la fuerza de un discípulo de Jesús?
De nuestra debilidad, nos dice San Pablo:
«Estoy contento y presumo de mi debilidad
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte».

Señor, quiero ser fuerte, unido a ti en la oración
que echa raíces profundas a mi vida,
para que cuando vengan vendavales
el árbol de la fe se mantenga firme, levantado, erguido,
corra por mis venas la savia de tu amor,
tu misma sangre derramada sea mi sangre,
savia que al contacto con el aire se vuelve de color rojo "savia de drago" como el cristiano al contacto con el mundo
que su vida se hace amor sacrificado.

Tallo del drago, único, liso en la juventud,
se vuelve rugoso con la edad,
es coronado con una densa copa en forma de paraguas
con gruesas hojas de más de medio metro de longitud,
y me quedo admirado por lo que me habla de Dios.

Un solo tallo, con un solo corazón y un solo espíritu
en el misterio de comunión que es la Iglesia,
en la eterna juventud que nos infunde el Santo Espíritu,
pero tallo rugoso fornido con la historia de tantos mártires,
testigos, misioneros, místicos y santos.

Sus flores de color blancas surgen en racimos terminales,
todas las obras buenas son flores de resurrección,
de vida en abundancia que nos alienta en el camino,
porque con Cristo todo resucita. Amén.
 
(Pbro. Lázaro Albar Marín)
 
©Producciones Pbro. Lázaro Albar (Fraternidad Velad y Orad)
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