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domingo, 15 de julio de 2018

ORACIÓN: Quiero ser como el árbol flamboyán.

 
QUIERO SER
COMO EL ÁRBOL FLAMBOYÁN

La primera vez que contemplé este árbol
conocido como el «árbol de la llama» ...
fue en Tierra Santa, en Galilea cerca del lago Tiberiades,
me quedé sorprendido y pregunte al guía por su nombre,
siempre me ha cautivado la belleza de este árbol
que me hablaba de Dios.

Su ritmo de crecimiento más de medio metro al año
es una llamada a madurar, a crecer espiritualmente,
a no pararnos, a avanzar, en el dinamismo de la santidad de vida.

«Árbol de la llama» porque es fuego de amor
lo que debe habitar en el corazón de todo cristiano,
con sus flores de cuatro pétalos rojos
para que no olvidemos de cultivar
la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.

Y un quinto pétalo más largo manchado de amarillo y blanco
porque sin Cristo nuestra vida languidece, perece,
por eso aparece el amarillo,
color de la alegría para quien vive el Evangelio
y color blanco para participar de la gloria de la Resurrección.

Flores que brotan en primavera
así como la caridad debe brotar en el cristiano
en todo momento y lugar,
rejuveneciéndolo en su comunión con Cristo,
así ese estallido de flores rojas sobre el verde brillante de sus hojas.

Hojas que nos recuerdan a pequeños helechos,
verde de la savia del Espíritu Santo
que da vida a a los pequeños acontecimientos de nuestra vida,
que todo sea movido por el Espíritu Santo, que todo sea ungido.

Sí, Cristo quiero ser como el árbol flamboyán
en todo su esplendor y disfrutar de su sombra
para orar y contemplar qué grande es mi Dios. Amén.
 
(Pbro. Lázaro Albar Marín)
 
©Producciones Pbro. Lázaro Albar (Fraternidad Velad y Orad)
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