Buscar en este blog

martes, 14 de noviembre de 2017

ORACION: Tengo sed de ti y Tu tienes sed de mí.




Como la tierra reseca y agrietada 
que espera la lluvia para que germine la semilla, 
así mi alma te anhela para que con tu gracia, Dios mío, 
brote la semilla de la fe, la esperanza y la caridad 
hasta alcanzar el cielo.

Como la cierva que busca corrientes de agua, 
así mi alma busca la fuente que brota de la Eucaristía, 
beber y beber, amar y amar, 
hasta elevarme en un éxtasis que alcance también el cielo.

Como el que busca la paz 
y vive en continua lucha dando respuesta a la vida, 
a lo que hiere el corazón, a lo que desconcierta, 
a todo tipo de tribulación, 
pero sigue alegre, perseverante y esperanzado, 
así mi alma quiere ser sin desfallecer, sin hundirse, 
caminante sobre las olas del amor en el océano de Dios.

Como el que busca la luz y se aleja de los paisajes tenebrosos, 
de los cielos de oscuridad y tiniebla, 
y corre incesantemente en la oración del día y de la noche, queriendo sumergirse en la luz divina, 
amaneciendo cada día al amor de Dios 
que todo lo cubre, todo lo llena, 
así mi alma anda sin descansar, 
corre las tras huella de mi Dios en esta aventura 
que es la vida buscando la eternidad.

Y desde la cruz, mi Cristo y Señor, me dices «tengo sed», 
y tienes sed de que yo tenga sed,
que yo tenga sed de tu amor y me deje amar por ti 
para que yo llenándome de ti ame a los demás,
aunque los demás no conozcan cómo amo, 
pero amando hasta morir de amor.

Solo puedo decirte que mi sed es tu sed, 
mi amor es tu amor, mi paz es tu paz, 
y que sin ti muero de dolor hasta desaparecer en mi abismo 
pero cogido entre tus manos, 
silencio de tu amor que nunca me abandonas
porque has dado la vida por mí,
Santísima Trinidad.

Gracias, mi Señor, por ser como eres,
quiero ser como tú, 
tengo sed de ti porque tú tienes sed de mí. Amén
 
(Pbro. Lázaro Albar)

No hay comentarios: