Buscar en este blog

martes, 2 de abril de 2013

Deja que abrace mi cruz: Viernes Santo

DEJA QUE ABRACE MI CRUZ

Con todo el dolor de mi alma
te veo crucificado, Cristo mío,
mis pecados clavados en tu carne,
estás desollado, maltratado.

No sé por qué, locura de mi egoísmo,
a veces inconsciente, ignorancia humana,
a veces movido por el instinto o la pasión,
siendo débil o desobedeciendo a Dios,
o por comodidad, el pecado de omisión.

Ante ti, locura de tu amor,
que no puedo contemplar tu mirada de dolor,
tus espinas clavadas y tu inmenso perdón.

Agacho la cabeza, escondo mi rostro ante tu rostro,
caigo abatido por el peso mis pecados,
oh dulce arrepentimiento, oh dulce conversión.

Se abrieron las puertas de la misericordia
en el sacramento del perdón,
caí de rodillas y Dios  Padre me abrazó.

La paz y la alegría visitó mi alma,
me siento nuevo gracias a mi Dios,
pero tú Cristo sigues crucificado,
dando tu vida porque es inmenso tu amor.

Señor, deja que abrace mi cruz abrazando la tuya,
pues no puedo seguirte si abandono mi cruz,
si la cruz es lo más difícil aceptar en la vida,
quiero  vivirla contigo, abrazado a ti, mi Salvador.

Sólo tú sabes el por qué de mi cruz,
cuánto peso y dolor,
a los pies de la cruz aprenderé a morir de amor.

Cargaré con mi cruz, herido de amor y dolor,
es el beso que tú me das para santificarme,
purificarme y así gloriarme, si es en algo,
que sea en tu cruz.

Y cantaré, gloria mía tu redención,
pero deja que abrace mi cruz abrazando la tuya,
para caer a tus pies, mi Señor.

Lázaro Albar

No hay comentarios: