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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Reseña del curso Oración para ahondar en el misterio de la fe


    El fin de semana del 16 al 18 de Noviembre pudimos disfrutar nuevamente de un Curso maravilloso impartido por el P. Lázaro Albar y la Fraternidad Velad y Orad. Han sido apenas unos días… pero ¡cómo han llenado nuestro corazón de fe, de amor y de paz!

    En medio de un espacio privilegiado de la naturaleza como es la Casa de Espiritualidad de las Mogarizas en Chiclana de la Fra. y con un servicio tan acogedor y entrañable como el que nos brindan en toda ocasión las Hijas del Corazón de María que la atienden habitualmente, estuvimos esos días a la luz de la Palabra contemplando pasajes del evangelio en los que la fe se ponía de manifiesto con toda su fortaleza, grandeza y belleza en medio de la tempestad, en medio de la oscuridad y ceguera más absoluta, en la enfermedad incurable del ser más querido y en medio del rechazo cruel y la conciencia de pecado más dolorosa.

    Hemos vivido y experimentado una vez más cómo el amor de Dios lleva al corazón del hombre a la fortaleza, la seguridad y la paz más grande jamás conocida. Este curso al que acudimos un grupo de personas de diversas ciudades, edades, realidades cotidianas, etc.. ha avivado intensamente nuestra fe con esa palabra contemplada y meditada y con los espacios amplios y pausados de oración con Jesús sacramentado expuesto, en los que hemos sentido cómo El Señor siempre está en la barca de nuestra vida, tendiéndonos su brazo para que nos agarremos fuertemente a él, acariciando nuestra mejilla y preguntándonos “¿qué quieres que haga por ti?”, levantándonos cuando caemos arrastrados por el pecado y traspasando nuestro corazón con su amor infinito para llenarlo de luz y de paz.
   Ayudados también por el ambiente maravilloso de cercanía y fraternidad entre todos que se respira en estos cursos, por una organización estupenda, unos cantos orantes y melódicos que nos transportaban continuamente, y sobre todo a través de ese manantial cristalino e inagotable que es el corazón orante del P. Lázaro Albar hemos profundizado mucho en la oración, en que verdaderamente “el fruto de la oración es la fe” como decía con frecuencia la Beata Teresa de Calcuta, y en que “somos porque Dios nos sostiene, no es que nosotros seamos nada, ahora es que somos Todo en Él”.

Fran y  Ana María.

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