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martes, 13 de octubre de 2009

SOBRE EL CURSO DE LA VIDA ESPIRITUAL I













Estos días atrás, en el puente del Pilar, hemos tenido un curso en las Mogarizas (Chiclana) para conocernos a nosotros mismos y conocer nuestra relación con Dios. Es un curso bastante extenso, inspirado en un curso que impartió hace ya años el P. Manolo Galtier, en la parroquia de San Lorenzo de Cádiz, por lo que tan sólo se ha podido impartir la primera parte. La segunda parte la tendremos en el mes de Noviembre. Asistieron 26 personas de toda la diócesis de Cádiz y Ceuta. El curso tiene mucho de Psicología y Vida Espiritual, por lo que es una gran movida interior que estimula a la conversión, toda una tarea para realizar ahora que ya se conocen muchas más cosas de la vida interior.
Verdaderamente podemos decir que ha sido una experiencia de Dios. De alguna manera hemos sentido una continua Presencia y un amor muy grande que el Señor ha derramado en nuestros corazones. Meditaciones, espacios de oración a solas y meditación personal, la liturgia embellecida con la música, el canto y la ambientación han sido recursos que nos han llevado a vivir un impulso del Espíritu para acoger y realizar el proyecto de Dios en nuestras vidas, que es la santidad.
Testimonios de conversión, experiencia fuerte del amor de Dios, una mirada positiva de la vida y una entrega mayor a lo que Dios nos va pidiendo día a día es lo que se iba manifestando en la Eucaristía de despedida. ¡Qué bien experimentar juntos las maravillas de Dios! No puedo dejar de resaltar la acogida de las hermanas que llevan la Casa, su profundo amor y las muchas atenciones que hacen de todo una vivencia de auténtica fraternidad. También nos ayudaba el entorno de pinares y naturaleza, con sus amaneceres y puestas de sol.
¡Gracias Padre porque sigues cuidando de nosotros y quieres que nos llenemos de tu vida!
Lázaro Albar Marín

1 comentario:

Edel Jardim dijo...

Hola, soy Edel, una de las personas que asistio a este curso. Ha sido una verdadera experiencia espiritual, llena de paz y fraternidad. Espero ansiosa la segunda parte...