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lunes, 4 de diciembre de 2017

ORACIÓN "¡Ven, Señor, no tardes más!"

 
 
¡VEN, SEÑOR, NO TARDES MÁS!
Es Adviento,
se despierta el anhelo del corazón,
las puertas se abren para que entres en la Iglesia, ...
en cada comunidad y en todo nuestro ser,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
y como el centinela nos mantenemos en vela,
los ojos iluminados del corazón nunca se cierran,
ni de día, ni de noche,
porque el Señor viene y no podemos quedarnos dormidos,
vendrá por sorpresa, en el momento inesperado
y el alma debe permanecer vigilante a la espera del Esposo,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es. Adviento,
y se enciende la oración del corazón,
la oración ininterrumpida, la oración perseverante
con las lámparas encendidas y el anhelo del corazón,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
y hay que ponerse a trabajar,
abajar los montes de la soberbia
y pisar la tierra sagrada de la humildad,
levantar el alma para salir de la timidez y los miedos
siendo valientes misioneros del Señor,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
para preparar el camino al Señor,
ya viene en el misterio de la Encarnación,
para plantar la tienda entre nosotros,
el Dios con nosotros, el Enmanuel, ya está cerca,
adornar la casa con la Corona de Adviento y el Portal de Belén,
y sobre todo adornar la casa interior, nuestro templo
con la vida de gracia en el sacramento de la Reconciliación,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
tiempo de esperanza, de levantar el ánimo y la esperanza,
de hacer posible lo imposible,
de subir a la montaña sagrada de la Eucaristía
y bajar para atender a los pobres, a los sin techos,
a los enfermos, a los hambrientos y a los desnudos,
porque el Invisible se hace visible a través de ellos,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
tiempo de cultivar la alegría cristiana,
el gozo de ser cristiano,
de vivir el Evangelio de la Vida,
haciéndose uno pequeño
para que Cristo llene con su grandeza nuestra alma,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
grita Juan el Bautista, el profeta Isaías y la Virgen María,
todos a una impulsan al Pueblo de Dios a gritar diciendo:
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
María espera que nazca el Niño,
pero no en el portal de Belén sino en el portal de nuestro corazón para llenarlo todo de luz, paz y gracia,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
tiempo de conversión, de austeridad
y rechazo al derroche y el consumismo,
para compartir con los que no tienen,
para acercarse al pobre y sentarlo a nuestra mesa,
para practicar la caridad y la generosidad,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
y comenzamos de nuevo, un nuevo Año Litúrgico,
con nuevas ilusiones, nuevas expectativas
y nuevos proyectos con nueva visión,
¡ven, Señor, no tardes más!
Es Adviento,
pongamos todo a tiempo,
porque Cristo se merece lo mejor,
pongámonos el traje de fiesta,
la sonrisa en el rostro y la alegría en el corazón
porque viene el Señor,
¡ven, Señor, no tardes más!
¡Maranatha! Amén.
 
(PBRO LAZARO ALBAR MARIN)

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