QUIERO SER
COMO LA FLOR DE TRÉBOL
Tres hojas unidas, un mismo color, el verde espiritual,
Dios es uno y trino, tres personas y un solo Dios, ...
Dios es Espíritu y Dios es amor.
La flor de trébol me habla del Dios trinitario,
de esa comunión de amor,
de esas miradas que se cruzan en el amor,
amor que desciende a toda creatura humana
donde la Santa Trinidad quiere habitar.
Contemplar la flor de trébol
y preguntarle «háblame de Dios»,
es escuchar una voz Interior que me dice:
«entra en tu interior y te encontrarás con Dios».
Y es que en los días de mi vida escuché
«si alguno escucha mi Palabra y la cumple,
el Padre y yo haremos morada en él»,
lo escuché una y otra vez
hasta reconocer que por el bautismo soy templo del Espíritu Santo, que al acoger la Palabra Divina y hacerla vida
soy habitado por el Padre y el Hijo.
Quiero ser como la flor de trébol
que al llevarla a mi corazón
veo que dentro de mí se hace presente la Santísima Trinidad
en su misterio de la inhabitación,
la comunión y el amor.
Lo que es la Santa Trinidad
está llamada a ser toda comunidad,
reflejo de la Santísima Trinidad,
comunidad de hermanos
que reflejan el amor y la comunión de Dios,
santo, santo, santo es Dios y santo quiero ser yo. Amén.
COMO LA FLOR DE TRÉBOL
Tres hojas unidas, un mismo color, el verde espiritual,
Dios es uno y trino, tres personas y un solo Dios, ...
Dios es Espíritu y Dios es amor.
La flor de trébol me habla del Dios trinitario,
de esa comunión de amor,
de esas miradas que se cruzan en el amor,
amor que desciende a toda creatura humana
donde la Santa Trinidad quiere habitar.
Contemplar la flor de trébol
y preguntarle «háblame de Dios»,
es escuchar una voz Interior que me dice:
«entra en tu interior y te encontrarás con Dios».
Y es que en los días de mi vida escuché
«si alguno escucha mi Palabra y la cumple,
el Padre y yo haremos morada en él»,
lo escuché una y otra vez
hasta reconocer que por el bautismo soy templo del Espíritu Santo, que al acoger la Palabra Divina y hacerla vida
soy habitado por el Padre y el Hijo.
Quiero ser como la flor de trébol
que al llevarla a mi corazón
veo que dentro de mí se hace presente la Santísima Trinidad
en su misterio de la inhabitación,
la comunión y el amor.
Lo que es la Santa Trinidad
está llamada a ser toda comunidad,
reflejo de la Santísima Trinidad,
comunidad de hermanos
que reflejan el amor y la comunión de Dios,
santo, santo, santo es Dios y santo quiero ser yo. Amén.
(Pbro. Lázaro Albar Marín)
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