1. Coloco mi cuerpo en aquella postura que me ayude a no moverme... a estar en quietud para hacer un rato de oración. Cierro los ojos sin apretar... me aíslo de todo lo que me rodea... de todos los ruidos que llegan hasta mí... de los ruidos de lejos, y de los ruidos que me vienen de cerca. No les hago caso. Dejo la cara sin apretar nada... la frente lisa, pongo mi espalda bien apoyada... y los hombros caídos. Me aíslo de todo... me concentro solamente en la respiración, en cómo sube y baja. Me concentro solamente en el ritmo de mi respiración. Poco a poco, siento mi mente y mi cuerpo serenos, tranquilos, con paz. Y desde esta paz me siento un rato en el camino de mi vida. Quisiera tener un diálogo conmigo mismo y con Dios, que está dentro de mí.
2. Buenas tardes, Señor, aquí estoy otra vez, me gustaría continuar contigo este diálogo que empezamos un día sobre las actitudes que más necesito en mi vida. Hoy me gustaría ver la actitud de Donación.
3. Donación es olvidarse de uno por los demás. Donación es darse sin esperar nada a cambio. Donación es vaciarse del todo por el otro. Es entregar hasta la última gota. Es un morir a mí mismo y darme a los demás. Donación es el que se da voluntariamente, libremente.
4. Señor, perdóname porque no sé muchas veces hacer donación de mi vida. Pongo límites; hasta aquí me doy... y hasta aquí, no. Y me reservo una parte de mí mismo que es intocable y que muchas veces es la parte más rica de mí mismo, pero que me la guardo para mí. No la quiero compartir con los demás. Donación es saber dar mi tiempo para la escucha del otro, es estar dispuesto a olvidarme de mi comodidad.
5. Dame tu ayuda, Señor. Instrúyeme en tus sendas para que viva en mí esta actitud de donación. Que me dé cuenta de que la donación es una forma de vivir diferente. Es un vivir de manos abiertas pero que te llena plenamente y te hace vivir feliz. Tú sabes en qué punto de mí mismo me tienes que tocar para que mi corazón cambie. Tú me conoces mejor que nadie Señor.
6. Y para terminar te digo con mi respiración: “Renuévame por dentro, Señor. Renuévame por dentro.”
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