Las personas ancianas no están solas porque no tengan a nadie con quien compartir su carga, sino porque es únicamente su carga lo que tienen para compartir.
Una anciana de 85 años estaba siendo entrevistada con motivo de su cumpleaños. La periodista le preguntó qué consejo daría a las personas de su edad.
-Bueno, dijo la anciana, a nuestra edad es muy importante no dejar de usar todo nuestro potencial; de lo contrario éste se marchita. Es importante estar con la gente y, siempre que sea posible, ganarse la vida prestando un servicio. Eso es lo que nos mantiene con vida y con salud.
-¿Puedo preguntarle qué es exactamente lo que hace usted para ganarse la vida a su edad?
-Cuido de una anciana que vive en mi barrio, fue su inesperada respuesta.
El amor cuida a todos: tanto a quienes lo reciben como a quienes lo dan.
(Tony de Mello, Oración de la rana II, p 187)
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