QUIERO SER
COMO UNA FLOR
EN LO ALTO DE LA MONTAÑA
Paseando por la montaña, subiendo hasta lo más alto, ...
un día me encontré con una flor que nunca había visto,
y le pregunté «¿qué haces aquí?»,
guardó silencio porque las flores no tienen voz
pero hablan al corazón de quien busca, piensa, medita y contempla.
Si yo no hubiera subido a la montaña nadie habría visto esa flor,
me sentí afortunado porque Dios había puesto esa flor
en lo alto de la montaña para que yo la contemplara,
era una experiencia única que ya nunca se volvería a repetir,
yo no he vuelto a esa montaña y esa flor perecería en varios días.
¿Por qué nace una flor en lo alto de la montaña
mostrando su belleza y quizás nadie la vea?
¿Cuál es la razón de su existir?
Dios crea por amor y aquella pequeña ramita había germinado, brotado, crecido, hasta dar a luz aquella preciosa flor,
tan solo para dar gloria a Dios.
Así ha sido mi vida, nací por amor, crecí entre el egoísmo y el amor, pero descubrí que lo más bello de la vida es el amor,
Dios me había dado la existencia, era obra de su amor,
y he nacido para servir y dar gloria a Dios.
¿Y cómo puedo dar gloria a Dios? Con el canto y la oración,
alabándole y adorándole, y sirviendo con amor.
Hay tanto egoísmo y tanta falta de amor, porque en este mundo muchos en vez de servir a Dios se sirven a sí mismos,
si hubieran conocido al Señor hubieran conocido la belleza del amor
y estuvieran donde estuvieran, aunque fuera en la soledad,
estarían dando gloria a Dios.
Quiero ser como una flor en lo alto de la montaña
para dar siempre gloria a Dios. Amén.
COMO UNA FLOR
EN LO ALTO DE LA MONTAÑA
Paseando por la montaña, subiendo hasta lo más alto, ...
un día me encontré con una flor que nunca había visto,
y le pregunté «¿qué haces aquí?»,
guardó silencio porque las flores no tienen voz
pero hablan al corazón de quien busca, piensa, medita y contempla.
Si yo no hubiera subido a la montaña nadie habría visto esa flor,
me sentí afortunado porque Dios había puesto esa flor
en lo alto de la montaña para que yo la contemplara,
era una experiencia única que ya nunca se volvería a repetir,
yo no he vuelto a esa montaña y esa flor perecería en varios días.
¿Por qué nace una flor en lo alto de la montaña
mostrando su belleza y quizás nadie la vea?
¿Cuál es la razón de su existir?
Dios crea por amor y aquella pequeña ramita había germinado, brotado, crecido, hasta dar a luz aquella preciosa flor,
tan solo para dar gloria a Dios.
Así ha sido mi vida, nací por amor, crecí entre el egoísmo y el amor, pero descubrí que lo más bello de la vida es el amor,
Dios me había dado la existencia, era obra de su amor,
y he nacido para servir y dar gloria a Dios.
¿Y cómo puedo dar gloria a Dios? Con el canto y la oración,
alabándole y adorándole, y sirviendo con amor.
Hay tanto egoísmo y tanta falta de amor, porque en este mundo muchos en vez de servir a Dios se sirven a sí mismos,
si hubieran conocido al Señor hubieran conocido la belleza del amor
y estuvieran donde estuvieran, aunque fuera en la soledad,
estarían dando gloria a Dios.
Quiero ser como una flor en lo alto de la montaña
para dar siempre gloria a Dios. Amén.
(Pbro. Lázaro Albar)
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