QUIERO SER
COMO UN SAUCE LLORÓN
¿Por qué lloras,
por qué tus ramas y tus hojas caen como lágrimas ...
que quieren alcanzar el suelo,
junto al arroyo de agua cristalina que corre?
Y el sauce me respondió: «así he sido creado para hablar de Dios».
Pienso en tantas lágrimas derramadas,
lágrimas de arrepentimiento,
lágrimas de rabia, lágrimas de impotencia,
lágrimas a causa de la injusticia,
lágrimas de alegría por el perdón,
para mí que las lágrimas
sean porque quiero amar más a Dios.
Mecido por el aire soy mansedumbre,
eso quiere ser mi vida
aguantar con paciencia los defectos del prójimo,
manso porque los mansos poseerán la tierra de Dios,
los mansos son bienaventurados.
El sauce cobija a su sombra en el día de calor,
junto al arroyo de agua fresca que corre,
así quiere ser mi vida
que otros puedan cobijarse
bajo la sombra del amor de Dios,
allí donde el ser humano descansa.
El sauce, como Jesús, grita:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré»,
la oración es descanso del alma
para revitalizarse y tomar nuevas fuerzas
para servir a los demás,
sea el encuentro conmigo un descanso para mis hermanos.
Quiero ser como el sauce llorón en la creación de mi Dios,
reflejo de su amor. Amén.
COMO UN SAUCE LLORÓN
¿Por qué lloras,
por qué tus ramas y tus hojas caen como lágrimas ...
que quieren alcanzar el suelo,
junto al arroyo de agua cristalina que corre?
Y el sauce me respondió: «así he sido creado para hablar de Dios».
Pienso en tantas lágrimas derramadas,
lágrimas de arrepentimiento,
lágrimas de rabia, lágrimas de impotencia,
lágrimas a causa de la injusticia,
lágrimas de alegría por el perdón,
para mí que las lágrimas
sean porque quiero amar más a Dios.
Mecido por el aire soy mansedumbre,
eso quiere ser mi vida
aguantar con paciencia los defectos del prójimo,
manso porque los mansos poseerán la tierra de Dios,
los mansos son bienaventurados.
El sauce cobija a su sombra en el día de calor,
junto al arroyo de agua fresca que corre,
así quiere ser mi vida
que otros puedan cobijarse
bajo la sombra del amor de Dios,
allí donde el ser humano descansa.
El sauce, como Jesús, grita:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré»,
la oración es descanso del alma
para revitalizarse y tomar nuevas fuerzas
para servir a los demás,
sea el encuentro conmigo un descanso para mis hermanos.
Quiero ser como el sauce llorón en la creación de mi Dios,
reflejo de su amor. Amén.
(Pbro. Lázaro Albar)
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