¡OH, SANTA TRINIDAD!
Silencio, la noche calla,
el murmullo del agua que corre
es sonido que despierta mi ser, ...
agua del Espíritu que brota del manantial de Dios,
¡oh, Santa Trinidad!
el murmullo del agua que corre
es sonido que despierta mi ser, ...
agua del Espíritu que brota del manantial de Dios,
¡oh, Santa Trinidad!
Agua del Espíritu y fuego de amor,
brasas incandescentes del amor más puro
que encienden mi corazón,
en el agua de Dios el fuego divino,
en mi más pobre humanidad
la Santa Divinidad viene a habitarme,
misterio de inhabitación,
¡oh, Santa Trinidad!
brasas incandescentes del amor más puro
que encienden mi corazón,
en el agua de Dios el fuego divino,
en mi más pobre humanidad
la Santa Divinidad viene a habitarme,
misterio de inhabitación,
¡oh, Santa Trinidad!
La belleza de Dios siempre sorprendente,
delicadeza y ternura de la limpieza de corazón
que desea ansiosamente alcanzar ver a Dios,
que su rostro escondido se revele,
más allá de las cumbres del amor,
¡oh Santa Trinidad!
delicadeza y ternura de la limpieza de corazón
que desea ansiosamente alcanzar ver a Dios,
que su rostro escondido se revele,
más allá de las cumbres del amor,
¡oh Santa Trinidad!
Aunque los cielos de mi alma se oscurecieran,
tras la penumbra de mi miseria espiritual está la más bella luz,
el Sol que ilumina la tierra y el universo,
y los ángeles custodios que me protegen me llevan
a la luz resplandeciente del más puro amor,
¡oh, Santa Trinidad!
tras la penumbra de mi miseria espiritual está la más bella luz,
el Sol que ilumina la tierra y el universo,
y los ángeles custodios que me protegen me llevan
a la luz resplandeciente del más puro amor,
¡oh, Santa Trinidad!
Dejar en la tierra desconocida de la podredumbre del pecado
todo egoísmo, toda envidia, toda maldición que destruye al ser
y convertirse en peregrino de la tierra prometida de Dios,
de su Reino de paz, justicia, perdón y delicada fraternidad,
quiero pisar tu tierra, ¡oh, Santa Trinidad!
todo egoísmo, toda envidia, toda maldición que destruye al ser
y convertirse en peregrino de la tierra prometida de Dios,
de su Reino de paz, justicia, perdón y delicada fraternidad,
quiero pisar tu tierra, ¡oh, Santa Trinidad!
Convierte mi corazón,
transforma mi mente,
purifica mi interior en el Calvario de tu amor,
aunque no comprenda, aunque no entienda,
tan solo me basta saber que estás ahí, ¡oh, Santa Trinidad!
transforma mi mente,
purifica mi interior en el Calvario de tu amor,
aunque no comprenda, aunque no entienda,
tan solo me basta saber que estás ahí, ¡oh, Santa Trinidad!
Ya veo la Luz,
ya la Esperanza confía y espera el momento de Dios,
ya puedo ser sembrador de semillas,
la pequeña mostaza que todo lo engrandece,
ya despunta el alba, ya amanece una nueva luz,
ya percibo tu constante abrazo, ¡oh, Santa Trinidad!
ya la Esperanza confía y espera el momento de Dios,
ya puedo ser sembrador de semillas,
la pequeña mostaza que todo lo engrandece,
ya despunta el alba, ya amanece una nueva luz,
ya percibo tu constante abrazo, ¡oh, Santa Trinidad!
¡Cuánta gracia derramada!
¡Cuánta delicadeza de amor!
¡Cuanta belleza de música celestial y de canto de ángeles!
Santidad, solo amor y perdón en la tierra de Dios,
quiero abrazarte por toda la eternidad,
¡oh, Santa Trinidad!
¡Cuánta delicadeza de amor!
¡Cuanta belleza de música celestial y de canto de ángeles!
Santidad, solo amor y perdón en la tierra de Dios,
quiero abrazarte por toda la eternidad,
¡oh, Santa Trinidad!
(Pbro. Lázaro Albar Marín)
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