LA EUCARISTÍA,
DON SACERDOTAL
DON SACERDOTAL
Contemplar, mirar, callar y adorar,
estar ahí saboreando tu inmenso amor ...
que permanece en el pan consagrado por el sacerdote,
y descubrir el don de la Fuente o Manantial del Agua Viva
que sacia la sed de todo ser humano.
estar ahí saboreando tu inmenso amor ...
que permanece en el pan consagrado por el sacerdote,
y descubrir el don de la Fuente o Manantial del Agua Viva
que sacia la sed de todo ser humano.
Junto al pozo de Jacob ofreciste el don de Dios a la samaritana,
Señor Jesús dame a mí también ese don,
el don del Espíritu que recibe de forma muy especial
quien se alimenta de ti en el Pan de la Vida.
Señor Jesús dame a mí también ese don,
el don del Espíritu que recibe de forma muy especial
quien se alimenta de ti en el Pan de la Vida.
Tu alianza de amor con tu Pueblo
hecha nueva alianza de amor,
amaos los unos a los otros como yo os he amado,
alianza de verdadero amor porque es el amor que desciende,
aquellos que se alimentan de tu Pan de Amor
pueden amar con tu mismo amor a los hermanos.
hecha nueva alianza de amor,
amaos los unos a los otros como yo os he amado,
alianza de verdadero amor porque es el amor que desciende,
aquellos que se alimentan de tu Pan de Amor
pueden amar con tu mismo amor a los hermanos.
Ser sacerdote, consagrar este Pan de amor
y dar de comer a los hambrientos,
es posibilitar que el amor de Dios
descienda por todo nuestro ser hacia los demás,
para que una vez saciados puedan amar con un mismo amor.
y dar de comer a los hambrientos,
es posibilitar que el amor de Dios
descienda por todo nuestro ser hacia los demás,
para que una vez saciados puedan amar con un mismo amor.
Pan de Vida, don sacerdotal,
porque sin sacerdote el pan no se convierte en Pan del cielo,
la carne de Cristo crucificado y resucitado
es el alimento para que este mundo tenga vida.
porque sin sacerdote el pan no se convierte en Pan del cielo,
la carne de Cristo crucificado y resucitado
es el alimento para que este mundo tenga vida.
Y hay tantos hambrientos, tanta falta de sacerdotes,
de jóvenes que deseen consagrarse para dar el Pan de Dios a los demás, sin embargo el Espíritu sigue soplando con su aliento de vida
y Cristo sigue llamando para que esta humanidad
descanse a los pies de su Redentor,
a los pies del Santísimo Sacramento del altar.
de jóvenes que deseen consagrarse para dar el Pan de Dios a los demás, sin embargo el Espíritu sigue soplando con su aliento de vida
y Cristo sigue llamando para que esta humanidad
descanse a los pies de su Redentor,
a los pies del Santísimo Sacramento del altar.
¡Gracias Señor, por el don de la Eucaristía y del sacerdocio! Amén.
(Pbro. Lázaro Albar)
No hay comentarios:
Publicar un comentario