Buscar en este blog

martes, 2 de abril de 2013

Te lavaré los pies por amor : Jueves Santo


TE LAVARÉ LOS PIES
POR AMOR

Tú, que estás enfermo,
que te atrapó la enfermedad por sorpresa,
que te hundiste en tu dolor y llegaste a desesperarte,
me arrodillaré ante ti, 
te lavaré los pies y te los besaré
como me enseñó Jesús, mi Señor.

Tú, que te encuentras parado,
que buscas dónde echar una mano
para llevar el pan a tu casa y dar de comer a tus hijos,
comprendo tu angustia y la tensión en la que vives, 
te lavaré los pies y te los besaré
junto a tu mujer y tus hijos,
como me enseñó Jesús, mi Señor.

Tú, que eres inmigrante,
que eres forastero en tierra extranjera,
lejos de tu tierra y de tu gente,
que vives la separación de tus seres queridos,
la Iglesia quiere acogerte para que sientas 
como Dios te ofrece una nueva familia de hermanos,
y me arrodillaré, te lavaré los pies y los besaré
porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido
sino a servir y dar la vida por rescate de todos.

Tú, que eres niño, joven, adulto o anciano,
tú, que también cargas con una cruz ,y a veces con varias,
que el sufrimiento aprisiona tu alma a causa de tu debilidad,
del dolor físico o espiritual que te hiere el corazón
y que a veces no sabes qué hacer,
te lavaré los pies y te los besaré
porque así lo quiere mi Señor.

Sí, te lavaré los pies y te los besaré, te serviré humildemente, 
ya que esto fue lo que hizo el Señor en la Última Cena
y lo que sigue haciendo conmigo todos los días en la Eucaristía
y también con todos los que le siguen y aspiran a ser sus discípulos.

Sí, mi Señor, qué lección de humildad, qué lección de tierno amor,
el Hijo de Dios hecho hombre, arrodillado ante el hombre,
haciéndose esclavo del hombre, siervo del amor crucificado,
Dios a los pies del hombre para lavarle los pies y el corazón,
para mostrarle hasta dónde llega su amor y su perdón,
hasta la humillación, para que todos se conviertan en siervos y hermanos,
como lo hace nuestro Señor.

Esta es tu Iglesia, Jesús, la que tú nos has enseñado,
la que da de comer al hambriento y de beber al sediento,
la que sirve lavando los pies a los hermanos,
se hace pobre con los pobres, sirve a los pobres,
y les lleva el Evangelio de la vida como un canto de esperanza, 
una buena noticia de amor donde libres para amar
todos se hacen siervos, servidores de una nueva humanidad.

Sí, en la tarde del Jueves Santo,
y en todas las tardes de tu vida, Jesús, el Señor,
te dice: ¿quieres qué te lave los pies?

Lázaro Albar Marín

No hay comentarios: