CURSOS 2010/11
Imparten Lázaro Albar y «Velad y Orad»
EL PADRENUESTRO.
HACER VIDA LA ORACIÓN DE JESÚS.
Todavía hoy los discípulos de Jesús seguimos diciendo: «Maestro, enséñanos a orar». Y escuchamos la respuesta de Jesús para todos los tiempos: «Vosotros, cuando oréis, decid: “Padre nuestro…”». Esta es la oración que recoge todas las oraciones de Jesús, la oración que concentra todo el Evangelio, la oración que ha cambiado los corazones y ha construido la fraternidad del Reino de Dios. Hoy somos llamados no sólo a recitarla, sino a meditarla, contemplarla, hacerla vida y enseñarla. Todo un reto para cada comunidad cristiana.
INICIACIÓN A LA ORACIÓN.
A LA BÚSQUEDA DE DIOS.
Siempre estamos necesitados a aprender a orar de nuevo, como de los labios de Jesús, con los sentimientos de Jesús. Muchos han aprendido a recitar oraciones ya compuestas y a hablar con Dios, pero este curso pretende entrar más adentro, adquirir un método de oración que nos ayude a emprender un camino. Son muchos los métodos que están a nuestro alcance, aquí mostramos los más prácticos para convertir nuestra vida en oración y la oración en vida.
HACIA LA ORILLA DE DIOS.
CAMINO DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL.
Un retiro de diez días en silencio, unos auténticos Ejercicios Espirituales que pueden cambiar la vida. Se trata de un proceso de autoconocimiento, de encuentro consigo mismo y con Dios. La vida cristiana es un camino de santidad, el proyecto de Dios para sus hijos es la santidad. Estos días son para quitar todos los autoengaños, para vivir la limpieza de corazón, para desbloquearnos, para encontrar la libertad y lanzarnos a realizar el sueño de Dios que quiere para nosotros. Una larga meditación por la mañana y otra por la tarde, trabajo personal, tertulia sobre la vida espiritual, la oración de la Iglesia y la Eucaristía como lugar privilegiado donde ofrecemos el trabajo del día. En un lugar de pinares, en plena naturaleza, es más fácil sentir la brisa de Dios.
VIVIR LAS BIENAVENTURANZAS.
CAMINO DE FELICIDAD.
El corazón del Evangelio se encuentra en las Bienaventuranzas que nos dejó Jesús. Muchas veces escuchadas, pero menos meditadas y contempladas, ahora son una oportunidad para que te encuentres con cada una de ellas como una alternativa a muchas actitudes y comportamientos de tu vida. Las bienaventuranzas tienen belleza, la belleza de Dios que no corresponde a lo que nos ofrece el mundo. Es necesario hacer una opción clara y tajante para encontrar el camino de la felicidad, ese camino es el que nos lleva a Dios y nos hace más hermanos, más fraternos, más generosos, más entregados. Vivir las Bienaventuranzas es el reto de toda comunidad cristiana.
JESÚS FUENTE DE VIDA.
NUEVAS CONTEMPLACIONES.
Contemplar los misterios de la vida de Jesús, cada escena evangélica, y entrar en lo que el Espíritu nos quiere revelar es para nosotros una fuente de vida. Jesús siempre es fuente de Vida. Basta con acercarse a Él, pero estamos siempre tan atareados, tan ajetreados, que nos falta pararnos y recuperar la esencia de nuestra vida cristiana y esto se hace contemplando a Jesús. Cristo es nuestra vida, el centro, la luz que ilumina nuestra existencia, cada acontecimiento, cada momento. Entrar más adentro en el misterio de la persona de Jesús para quedar enamorados, cautivados, haciéndonos mejores discípulos que viven el espíritu evangélico es el deseo de este curso de oración.
Imparten Lázaro Albar y «Velad y Orad»
EL PADRENUESTRO.
HACER VIDA LA ORACIÓN DE JESÚS.
Todavía hoy los discípulos de Jesús seguimos diciendo: «Maestro, enséñanos a orar». Y escuchamos la respuesta de Jesús para todos los tiempos: «Vosotros, cuando oréis, decid: “Padre nuestro…”». Esta es la oración que recoge todas las oraciones de Jesús, la oración que concentra todo el Evangelio, la oración que ha cambiado los corazones y ha construido la fraternidad del Reino de Dios. Hoy somos llamados no sólo a recitarla, sino a meditarla, contemplarla, hacerla vida y enseñarla. Todo un reto para cada comunidad cristiana.
INICIACIÓN A LA ORACIÓN.
A LA BÚSQUEDA DE DIOS.
Siempre estamos necesitados a aprender a orar de nuevo, como de los labios de Jesús, con los sentimientos de Jesús. Muchos han aprendido a recitar oraciones ya compuestas y a hablar con Dios, pero este curso pretende entrar más adentro, adquirir un método de oración que nos ayude a emprender un camino. Son muchos los métodos que están a nuestro alcance, aquí mostramos los más prácticos para convertir nuestra vida en oración y la oración en vida.
HACIA LA ORILLA DE DIOS.
CAMINO DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL.
Un retiro de diez días en silencio, unos auténticos Ejercicios Espirituales que pueden cambiar la vida. Se trata de un proceso de autoconocimiento, de encuentro consigo mismo y con Dios. La vida cristiana es un camino de santidad, el proyecto de Dios para sus hijos es la santidad. Estos días son para quitar todos los autoengaños, para vivir la limpieza de corazón, para desbloquearnos, para encontrar la libertad y lanzarnos a realizar el sueño de Dios que quiere para nosotros. Una larga meditación por la mañana y otra por la tarde, trabajo personal, tertulia sobre la vida espiritual, la oración de la Iglesia y la Eucaristía como lugar privilegiado donde ofrecemos el trabajo del día. En un lugar de pinares, en plena naturaleza, es más fácil sentir la brisa de Dios.
VIVIR LAS BIENAVENTURANZAS.
CAMINO DE FELICIDAD.
El corazón del Evangelio se encuentra en las Bienaventuranzas que nos dejó Jesús. Muchas veces escuchadas, pero menos meditadas y contempladas, ahora son una oportunidad para que te encuentres con cada una de ellas como una alternativa a muchas actitudes y comportamientos de tu vida. Las bienaventuranzas tienen belleza, la belleza de Dios que no corresponde a lo que nos ofrece el mundo. Es necesario hacer una opción clara y tajante para encontrar el camino de la felicidad, ese camino es el que nos lleva a Dios y nos hace más hermanos, más fraternos, más generosos, más entregados. Vivir las Bienaventuranzas es el reto de toda comunidad cristiana.
JESÚS FUENTE DE VIDA.
NUEVAS CONTEMPLACIONES.
Contemplar los misterios de la vida de Jesús, cada escena evangélica, y entrar en lo que el Espíritu nos quiere revelar es para nosotros una fuente de vida. Jesús siempre es fuente de Vida. Basta con acercarse a Él, pero estamos siempre tan atareados, tan ajetreados, que nos falta pararnos y recuperar la esencia de nuestra vida cristiana y esto se hace contemplando a Jesús. Cristo es nuestra vida, el centro, la luz que ilumina nuestra existencia, cada acontecimiento, cada momento. Entrar más adentro en el misterio de la persona de Jesús para quedar enamorados, cautivados, haciéndonos mejores discípulos que viven el espíritu evangélico es el deseo de este curso de oración.
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